“La Comunión es una señal de nuestra creencia en la obra consumada de Cristo y un testimonio de nuestra fe en la obra completa de la salvación.”


EL DIA DEL AMIGO

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22 sep 2007

SIN VISION NO AVANZAS


La mayoría de nosotros tenemos una visión para nuestra vida, ya sea positiva o negativa. Visión es lo que tu ves que puedes, o debes, o quieres ser y tener en el futuro. Es aquello que tu visualizas como tu futuro personal, familiar, laboral, etc…
Para algunos esa visión es tener una casa propia, uno o dos carros, un trabajo seguro y un retiro con una pensión cómoda. Para otros esa visión es tener una familia unida y un matrimonio de éxito. Para otros esa visión es negativa, porque solo se visualizan como perdedores, nunca logrando nada, siempre fracasando. En fin, todos nos visualizamos de cierta manera, logrando ciertas cosas y teniendo otras.
Habacuc 2:2-3 Y el Señor me respondió: Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá.
Aquí vemos unos principios muy importantes acerca de la visión.
Primero, debemos tener una visión clara de nuestras vidas para que podamos correr hacia esa visión. En la versión Reina Valera, el verso 2 dice: “para que corra el que leyere en ella”. La visión es como un par de rieles sobre los que anda un tren. Si no hay rieles el tren no puede avanzar. La visión en tu vida es como un par de rieles sobre los cuales puedes correr para llegar al cumplimiento de esa visión. Porqué la mayoría de matrimonios no están llegando a ningún lado? Porque no tienen visión para su matrimonio. Porqué muchos trabajadores no están creciendo en su empresa? Porque no tienen visión para avanzar. Porqué muchos estudiantes tienen calificaciones mediocres? Porque no tienen visión clara acerca de su futuro.
Tener una visión clara de lo que Dios me promete me lleva a buscar el cumplimiento de esa visión. Si no tengo una visión clara entonces no voy a buscar su cumplimiento. Hay cristianos que carecen de poder en sus ministerios porque no tienen visión para tener más poder. Otros carecen de amor, mansedumbre, paciencia, gozo, porque carecen de visión para tener esto. Otros carecen de intimidad con Dios, de una vida de intercesión y estudio de la Palabra de Dios, porque no tienen visión para tener intimidad con Dios y revelación de Su Palabra. Otros carecen de santidad, siempre están cayendo en los mismos errores y pecados una y otra vez, porque no tienen visión para santidad en sus vidas.
Muchos cristianos carecen de una visión clara acerca de lo que quieren tener como herencia espiritual. Mateo 11:12 dice así: Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. La palabra sufre, significa: permite, invita, recompensa. En otras palabras el reino de Dios invita la violencia espiritual. Violencia espiritual es hacer lo que sea necesario, aún negarme a mi mismo en diferentes áreas de mi vida para conseguir lo que Dios me ofrece en Su reino. Pero la violencia espiritual depende del hambre espiritual. O sea, si no tengo hambre por algo, lo más seguro es que no voy a actuar violentamente para conseguirlo.
La medida de lo que obtenemos en Dios está directamente relacionado a la medida de nuestra hambre espiritual. O sea, Dios responde de acuerdo a la medida de hambre que tengo por El y por las cosas que El me ofrece en su reino. Si estoy conforme con ser una persona impaciente, lo más seguro es que nunca seré paciente. Si estoy conforme con que Dios nos me use para sanar a los ciegos y sordos, lo más seguro es que Dios no me va a usar para sanar a ciegos y sordos. Yo he conocido a personas de bajos recursos que tienen “hambre” por tener su casita propia. Se esfuerzan, se administran, hacen todo lo posible y por fin logra tener su casita. Luego hay otras personas de nivel económico más alto que no les interesa tener casa propia y pasan 20 años rentando sin esforzarse para comprar su propia casa. El asunto de comprar la casa no tiene que ver con los ingresos, tiene que ver con el hambre que se tiene por tener casa propia.
Si traspasamos esto al ámbito espiritual, necesitamos una visión de cómo puede ser nuestra relación con Dios. Una visión de la revelación que podemos tener de la palabra de Dios. Una visión para ser usados con poder por Dios. Una visión para tener amor, mansedumbre, gozo, misericordia, santidad en nuestras vidas. Así como formamos visión acerca de lo que queremos lograr en lo natural, debemos tener una visión acerca de lo que queremos lograr en lo espiritual, en nuestro caminar con Dios. Debes tener una visión de tu herencia espiritual en Dios. Debes tener una visión de conseguir la herencia que Dios tiene para ti en este lado de la eternidad. No tienes que esperar al otro lado de la eternidad para ser espiritual, para conocer más a Dios, para disfrutar de los deleites de la belleza de Dios. Puedes empezar ahora. Lo que necesitas es una visión clara, basada en la Biblia, de lo que puedes tener en el reino de Dios.
Así que, primero ten una visión clara y segundo principio, dice Habacuc 2:3, Marcha hacia su cumplimiento y no dejará de cumplirse. Una vez que tengas visión clara y hambre, entonces actúa con violencia espiritual y empieza a marchar para su cumplimiento. Empieza a dedicar tiempo para orar y estudiar la Biblia, empieza a apartar días para ayunar, empieza a dedicar tus finanzas a Dios, empieza a marchar hacia su cumplimiento. Una vez que empiezas a avanzar, Dios se encarga de que llegues al cumplimiento de Su visión para tu vida. Sin visión no avanzas y si tienes visión, que esperas para avanzar? Que vas a hacer hoy o esta semana para marchar hacia tu visión en Dios? Empieza a anotar la visión que tienes para tu relación con Dios, para el hombre o mujer que quieres ser delante de Dios. Que herencia espiritual quieres tener en el reino de Dios? Anótalo y empieza a marchar. Toma pasos. Dios te dará la gracia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Heyt esta muy padre el blog, y ps hay ke ir viendo lo de una pagina, siguele hechando ganas, saludos

Abimael Lara Torres

PASTORES DE LA FAMILIA DE LA COMUNION

PASTORES DE LA FAMILIA DE LA COMUNION

LA MARCA DE DIOS

A menudo muchos han errado del propósito y la esencia de la oración. La oración no es un tiempo cuando venimos para recibir algo de Dios. La oración es un encuentro con un Dios santo. Es entrar a su presencia – es entrar a una comunión y una relación con él. Es el medio por el cual lo venimos a conocer. De este conocimiento íntimo y personal de Dios brota la victoria del Señor Jesús a través de nosotros y hacia el mundo que nos rodea.
Moisés fue llevado a este conocimiento de Dios en el segundo período de su vida. Después del encuentro con Dios en el monte Horeb, ya nunca fue el mismo hombre. Ya nunca más volvió a llevar una vara común y corriente – se convertió en la vara de Dios. Sus acciones ya no fueron hechas en base del poder y la estrategia militar, sino en base del poder y la sabiduría de Dios. Su confianza ya no estaba en él pero en el Dios que había encontrado en el monte. La victoria y la liberación de la nación de Israel fueron el resultado directo de su encuentro con Dios.
Cada nueva generación necesita hombres y mujeres que oran. El recurso más poderoso de la iglesia es una vida transformada. No son los edificios hermosos los que atraen al mundo hacia Cristo, pero son los hombres y las mujeres que llevan en su interior la marca de Dios.
La oración es el instrumento ardiente de Dios que marca a los hombres. No vamos a impactar al mundo hasta que hayamos sido marcados por el Maestro. La marca de Dios en nuestro hombre interior nos dará la victoria en nuestras iglesias, comunidades, y naciones.
Tenemos que aprender que la victoria llega de rodillas.

SOLO EN SU PRESENCIA

SOLO EN SU PRESENCIA
Solo ahi hay penitud de gozo y delicias a Su diestra