“La Comunión es una señal de nuestra creencia en la obra consumada de Cristo y un testimonio de nuestra fe en la obra completa de la salvación.”


EL DIA DEL AMIGO

EL DIA DEL AMIGO
EN EVENTOS EXCALIBUR Ave. Juarez 811 Ote. Cd. Guadalupe N.L. Mexico

21 jul 2008

GIRA NOV 2008 - MONTE SION

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PASTORES DE LA FAMILIA DE LA COMUNION

PASTORES DE LA FAMILIA DE LA COMUNION

LA MARCA DE DIOS

A menudo muchos han errado del propósito y la esencia de la oración. La oración no es un tiempo cuando venimos para recibir algo de Dios. La oración es un encuentro con un Dios santo. Es entrar a su presencia – es entrar a una comunión y una relación con él. Es el medio por el cual lo venimos a conocer. De este conocimiento íntimo y personal de Dios brota la victoria del Señor Jesús a través de nosotros y hacia el mundo que nos rodea.
Moisés fue llevado a este conocimiento de Dios en el segundo período de su vida. Después del encuentro con Dios en el monte Horeb, ya nunca fue el mismo hombre. Ya nunca más volvió a llevar una vara común y corriente – se convertió en la vara de Dios. Sus acciones ya no fueron hechas en base del poder y la estrategia militar, sino en base del poder y la sabiduría de Dios. Su confianza ya no estaba en él pero en el Dios que había encontrado en el monte. La victoria y la liberación de la nación de Israel fueron el resultado directo de su encuentro con Dios.
Cada nueva generación necesita hombres y mujeres que oran. El recurso más poderoso de la iglesia es una vida transformada. No son los edificios hermosos los que atraen al mundo hacia Cristo, pero son los hombres y las mujeres que llevan en su interior la marca de Dios.
La oración es el instrumento ardiente de Dios que marca a los hombres. No vamos a impactar al mundo hasta que hayamos sido marcados por el Maestro. La marca de Dios en nuestro hombre interior nos dará la victoria en nuestras iglesias, comunidades, y naciones.
Tenemos que aprender que la victoria llega de rodillas.

SOLO EN SU PRESENCIA

SOLO EN SU PRESENCIA
Solo ahi hay penitud de gozo y delicias a Su diestra