VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
Romanos 8:14 “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”.
Introducción:
En la conversión el creyente recibe vida justificada. Es hecho justo. A esto le sigue una vida consagrada cuando reconocemos al Señor como dueño de nuestra vida. 1ª. de Corintios 6:19-20 “No sois vuestros...habéis sido comprados por precio”.
En el altar de la consagración rendimos nuestra vida y nuestra voluntad al Señor (Mateo 26:39).
A esto le sigue una vida nueva al despojarnos de la maldad y el egoísmo.
Pero no podemos vivir en un vacío. Nuestra vida debe ser llena del Espíritu Santo.
Efesios 5:18 “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. Este es un mandamiento del Nuevo Testamento.
Alguien le contó a Billy Graham acerca de una congregación que disciplinó a un creyente por estar borracho. Billy Graham preguntó: “¿Qué harían ustedes con un miembro que no estuviera lleno del Espíritu? Ambas cosas se mencionan en el mismo versículo”.
En la conversión el creyente está completo en Cristo, pero generalmente no entra en la plenitud de su herencia espiritual sino hasta mucho después.
Por el hecho de la conversión, todo creyente posee al Espíritu Santo (Romanos 8:16).
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”.
Se puede ilustrar con la ocupación de una casa. Al Espíritu Santo puede tenérsele como un huésped en la sala pero nunca dársele el control de la cocina, el dormitorio o la despensa.
El Espíritu puede residir pero no presidir, ser simplemente un residente pero no el presidente, si no le rendimos nuestra vida.
A medida que le rendimos el control de nuestra vida, nos llena más y más de sí mismo.
Lucas 11:13 “¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Aquí se nos enseña a orar por la llenura del espíritu.
1. El Espíritu Santo y el creyente.
Los discípulos habrían de esperar en Jerusalén hasta el Pentecostés Lucas 24:49 “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”.
Hechos 2:4 “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. fue el cumplimiento de esta promesa cuando el Espíritu vino a morar en ellos.
Todo creyente tiene al Espíritu Santo, pero el Espíritu no controla a todo creyente.
El creyente todavía tiene su voluntad terca y rebelde. Puede orar o no, dar o no, testificar o no, rendirse o no. Puede obedecer o resistir y contristar al Espíritu.
El acto culminante de fe es que el creyente ceda el mando de su vida al Espíritu. No es necesario para la salvación, pero es necesario para ser lleno del Espíritu y vivir en victoria.
La llenura se recibe cuando el creyente conscientemente reconoce el derecho del Espíritu Santo al completo control de su vida, a gobernar todo detalle de su vida.
2. Ser lleno es un mandamiento que hay que obedecer.
¿Es esta maravillosa experiencia un lujo para pocas personas como los apóstoles y pastores?
No. Debe ser la experiencia de todo creyente. Efesios 5:18 no es un mandamiento opcional.
El cuadro de Efesios 5:18 “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. es un contraste entre un hombre bajo una influencia, completamente controlado por otro poder, ya sea por el vino (terrenalmente) o por el Espíritu (celestialmente).
Egipto siempre tiene al Nilo, pero Egipto espera cada año su desbordamiento. Tener al Nilo es una cosa pero tener al Nilo desbordado es otra muy diferente. Cuando el Nilo se desborda, Egipto revive. Conozcamos al Espíritu desbordante (Juan 7:38-39).
En el idioma original, el griego, el mandamiento está en el modo imperativo progresivo estad siendo llenos. Deja que la llenura sea constante y continua.
El apóstol Pedro fue lleno del Espíritu en Hechos 2:4 “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”, otra vez en 4:8 y otra vez en 4:31. Cada día necesitas ser lleno nuevamente.
3. Todos necesitamos la llenura del Espíritu.
Todo creyente en Jesucristo necesita la llenura del Espíritu Santo. La llenura es para apóstoles, predicadores, padres, madres, jóvenes, niños y obreros.
Todos la necesitamos para nuestro propio beneficio a fin de ser el mejor cristiano posible. Sin ella no podemos alcanzar la voluntad del Señor respecto a nuestro carácter y servicio.
La llenura del Espíritu es una bendición individual. Los hombres son salvos y llenos individualmente.
La llenura debe ser recibida individualmente. Yo debo tratar con Dios personalmente.
El Espíritu no puede iluminar nuestra mente, dar calor a nuestros afectos, purgar nuestra conciencia o fortalecer nuestra voluntad hasta que nos rindamos a Él y nos mantengamos rendidos.
4. La iglesia necesita que todo miembro sea lleno del Espíritu.
Algunas veces se hacen cosas equivocadas, extravagantes y fanáticas a nombre de la llenura del Espíritu. Debido a esto muchos creyentes huyen de la llenura.
Algunos dicen que la habilidad de hablar en lenguas es la prueba de la llenura del Espíritu.
Esto es Falso. Las lenguas son una señal a los incrédulos de la realidad del Evangelio para cambiar vidas. 1ª. de Corintios 14:22 “Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes”.
La iglesia necesita miembros llenos del Espíritu. Si falta la llenura, la iglesia estará plagada de desórdenes, disensiones, contiendas, murmuraciones, celos y escándalos.
Que cada miembro de la iglesia sea lleno del Espíritu, el pastor, los ancianos, los diáconos, los maestros de cada escuela dominical, los cantantes, los miembros de coro y los miembros ordinarios.
5. El mundo espera que los creyentes sean llenos del Espíritu.
Nuestro andar cristiano es en dos direcciones: 1) hacia Dios y 2) hacia nuestros semejantes.
El mundo espera que cada cristiano sea casi perfecto. Para vivir a la altura de las normas imaginarias del mundo todo creyente necesita desesperadamente ser lleno del Espíritu.
No podemos ser testigos eficaces si no somos llenos del Espíritu. Hacer la obra del Señor en la energía de la carne sólo puede llevar a la frustración y el fracaso.
Los creyentes llenos del Espíritu, que viven la vida crucificada en relación al mundo, son medios eficaces en las manos del Señor para traer convicción y convencimiento a los pecadores.
6. Condiciones para ser lleno del Espíritu Santo.
A. Perdón. Hechos 2:38 “Arrepentíos, y bautícese...para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Salmo 66:18 “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad. El Señor no me habría escuchado”. el Espíritu Santo no puede vivir con el pecado.
B. Ser hijos de Dios. Gálatas 4:6 “Por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo”.
C. Deseo. Juan 7:37-39 “Si alguno tiene sed...”. También Isaías 44:3 “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida”
D. Fe. Juan 7:39-El Espíritu es dado a los que creen y Gálatas 3:13-14
E. Obediencia. Hechos 5:32 “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”
F. Espera. Lucas 24:49 “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”. Hechos 1:4 “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mi”. No tener prisa.
G. Oración. Lucas 11:13 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
H. Apropiarse de la verdad. Juan 1:12. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Pedir y recibir, Lucas 11:9-10.
Acepta el don de la llenura y vive y actúa lleno del Espíritu Santo.
El secreto para ser lleno del Espíritu Santo es entregarse, entregar nuestra voluntad, cuerpo, posesiones y todo aspecto de nuestra vida a su control.
7. Resultados de Ser lleno del Espíritu.
A. Poder para testificar. Hechos 1:8 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
B. Poder para vivir la vida cristiana victoriosa (Hechos 20:22-24, Pablo hablando a los Efesios).
C. Dar gloria a Dios. La gloria, ciertamente, corresponderá al Señor (Juan 16:14) “El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
La llenura del Espíritu es el requisito indispensable para toda vida santa.
El Espíritu Santo aviva el intelecto, los afectos, la conciencia, la voluntad y la personalidad.
La llenura es el secreto de una confianza en la Palabra permanente, obediente y que honra a Dios.
Romanos 8:14 “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”.
Introducción:
En la conversión el creyente recibe vida justificada. Es hecho justo. A esto le sigue una vida consagrada cuando reconocemos al Señor como dueño de nuestra vida. 1ª. de Corintios 6:19-20 “No sois vuestros...habéis sido comprados por precio”.
En el altar de la consagración rendimos nuestra vida y nuestra voluntad al Señor (Mateo 26:39).
A esto le sigue una vida nueva al despojarnos de la maldad y el egoísmo.
Pero no podemos vivir en un vacío. Nuestra vida debe ser llena del Espíritu Santo.
Efesios 5:18 “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. Este es un mandamiento del Nuevo Testamento.
Alguien le contó a Billy Graham acerca de una congregación que disciplinó a un creyente por estar borracho. Billy Graham preguntó: “¿Qué harían ustedes con un miembro que no estuviera lleno del Espíritu? Ambas cosas se mencionan en el mismo versículo”.
En la conversión el creyente está completo en Cristo, pero generalmente no entra en la plenitud de su herencia espiritual sino hasta mucho después.
Por el hecho de la conversión, todo creyente posee al Espíritu Santo (Romanos 8:16).
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”.
Se puede ilustrar con la ocupación de una casa. Al Espíritu Santo puede tenérsele como un huésped en la sala pero nunca dársele el control de la cocina, el dormitorio o la despensa.
El Espíritu puede residir pero no presidir, ser simplemente un residente pero no el presidente, si no le rendimos nuestra vida.
A medida que le rendimos el control de nuestra vida, nos llena más y más de sí mismo.
Lucas 11:13 “¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Aquí se nos enseña a orar por la llenura del espíritu.
1. El Espíritu Santo y el creyente.
Los discípulos habrían de esperar en Jerusalén hasta el Pentecostés Lucas 24:49 “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”.
Hechos 2:4 “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. fue el cumplimiento de esta promesa cuando el Espíritu vino a morar en ellos.
Todo creyente tiene al Espíritu Santo, pero el Espíritu no controla a todo creyente.
El creyente todavía tiene su voluntad terca y rebelde. Puede orar o no, dar o no, testificar o no, rendirse o no. Puede obedecer o resistir y contristar al Espíritu.
El acto culminante de fe es que el creyente ceda el mando de su vida al Espíritu. No es necesario para la salvación, pero es necesario para ser lleno del Espíritu y vivir en victoria.
La llenura se recibe cuando el creyente conscientemente reconoce el derecho del Espíritu Santo al completo control de su vida, a gobernar todo detalle de su vida.
2. Ser lleno es un mandamiento que hay que obedecer.
¿Es esta maravillosa experiencia un lujo para pocas personas como los apóstoles y pastores?
No. Debe ser la experiencia de todo creyente. Efesios 5:18 no es un mandamiento opcional.
El cuadro de Efesios 5:18 “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. es un contraste entre un hombre bajo una influencia, completamente controlado por otro poder, ya sea por el vino (terrenalmente) o por el Espíritu (celestialmente).
Egipto siempre tiene al Nilo, pero Egipto espera cada año su desbordamiento. Tener al Nilo es una cosa pero tener al Nilo desbordado es otra muy diferente. Cuando el Nilo se desborda, Egipto revive. Conozcamos al Espíritu desbordante (Juan 7:38-39).
En el idioma original, el griego, el mandamiento está en el modo imperativo progresivo estad siendo llenos. Deja que la llenura sea constante y continua.
El apóstol Pedro fue lleno del Espíritu en Hechos 2:4 “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”, otra vez en 4:8 y otra vez en 4:31. Cada día necesitas ser lleno nuevamente.
3. Todos necesitamos la llenura del Espíritu.
Todo creyente en Jesucristo necesita la llenura del Espíritu Santo. La llenura es para apóstoles, predicadores, padres, madres, jóvenes, niños y obreros.
Todos la necesitamos para nuestro propio beneficio a fin de ser el mejor cristiano posible. Sin ella no podemos alcanzar la voluntad del Señor respecto a nuestro carácter y servicio.
La llenura del Espíritu es una bendición individual. Los hombres son salvos y llenos individualmente.
La llenura debe ser recibida individualmente. Yo debo tratar con Dios personalmente.
El Espíritu no puede iluminar nuestra mente, dar calor a nuestros afectos, purgar nuestra conciencia o fortalecer nuestra voluntad hasta que nos rindamos a Él y nos mantengamos rendidos.
4. La iglesia necesita que todo miembro sea lleno del Espíritu.
Algunas veces se hacen cosas equivocadas, extravagantes y fanáticas a nombre de la llenura del Espíritu. Debido a esto muchos creyentes huyen de la llenura.
Algunos dicen que la habilidad de hablar en lenguas es la prueba de la llenura del Espíritu.
Esto es Falso. Las lenguas son una señal a los incrédulos de la realidad del Evangelio para cambiar vidas. 1ª. de Corintios 14:22 “Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes”.
La iglesia necesita miembros llenos del Espíritu. Si falta la llenura, la iglesia estará plagada de desórdenes, disensiones, contiendas, murmuraciones, celos y escándalos.
Que cada miembro de la iglesia sea lleno del Espíritu, el pastor, los ancianos, los diáconos, los maestros de cada escuela dominical, los cantantes, los miembros de coro y los miembros ordinarios.
5. El mundo espera que los creyentes sean llenos del Espíritu.
Nuestro andar cristiano es en dos direcciones: 1) hacia Dios y 2) hacia nuestros semejantes.
El mundo espera que cada cristiano sea casi perfecto. Para vivir a la altura de las normas imaginarias del mundo todo creyente necesita desesperadamente ser lleno del Espíritu.
No podemos ser testigos eficaces si no somos llenos del Espíritu. Hacer la obra del Señor en la energía de la carne sólo puede llevar a la frustración y el fracaso.
Los creyentes llenos del Espíritu, que viven la vida crucificada en relación al mundo, son medios eficaces en las manos del Señor para traer convicción y convencimiento a los pecadores.
6. Condiciones para ser lleno del Espíritu Santo.
A. Perdón. Hechos 2:38 “Arrepentíos, y bautícese...para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Salmo 66:18 “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad. El Señor no me habría escuchado”. el Espíritu Santo no puede vivir con el pecado.
B. Ser hijos de Dios. Gálatas 4:6 “Por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo”.
C. Deseo. Juan 7:37-39 “Si alguno tiene sed...”. También Isaías 44:3 “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida”
D. Fe. Juan 7:39-El Espíritu es dado a los que creen y Gálatas 3:13-14
E. Obediencia. Hechos 5:32 “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”
F. Espera. Lucas 24:49 “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”. Hechos 1:4 “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mi”. No tener prisa.
G. Oración. Lucas 11:13 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
H. Apropiarse de la verdad. Juan 1:12. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Pedir y recibir, Lucas 11:9-10.
Acepta el don de la llenura y vive y actúa lleno del Espíritu Santo.
El secreto para ser lleno del Espíritu Santo es entregarse, entregar nuestra voluntad, cuerpo, posesiones y todo aspecto de nuestra vida a su control.
7. Resultados de Ser lleno del Espíritu.
A. Poder para testificar. Hechos 1:8 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
B. Poder para vivir la vida cristiana victoriosa (Hechos 20:22-24, Pablo hablando a los Efesios).
C. Dar gloria a Dios. La gloria, ciertamente, corresponderá al Señor (Juan 16:14) “El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
La llenura del Espíritu es el requisito indispensable para toda vida santa.
El Espíritu Santo aviva el intelecto, los afectos, la conciencia, la voluntad y la personalidad.
La llenura es el secreto de una confianza en la Palabra permanente, obediente y que honra a Dios.
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