“La Comunión es una señal de nuestra creencia en la obra consumada de Cristo y un testimonio de nuestra fe en la obra completa de la salvación.”


EL DIA DEL AMIGO

EL DIA DEL AMIGO
EN EVENTOS EXCALIBUR Ave. Juarez 811 Ote. Cd. Guadalupe N.L. Mexico

8 oct 2008

LA ORACION INTERCESORA


TEXTO: Números 21:10-30

Palabras claves:

-El libro de las batallas de Jehová (vs. 14),
-El pozo donde se reúne el pueblo para que Dios les de agua (vs. 16),
-El pozo donde los líderes, señores y príncipes tienen que cavar para darle agua al pueblo;
-El legislador, que es el Señor, con su báculo, que es la palabra del reino,
para dirigir y legislar a través de sus líderes (vss. 17 y 18).
-El Pueblo que hace pacto con Dios para tomar las ciudades y poseerlas
(vs. 25).

1- Debemos entender que en la guerra espiritual no debemos tener contemplación con el enemigo. ¡Hay que acabarlo hasta el fin! Usted no puede tener una víbora en la mano para acariciarla porque en cualquier momento la víbora le morderá. (Números 21:1-3).
- En la oración intercesora las estrategias divinas te las pone Dios en el camino para ir conquistando y cercando al enemigo hasta vencerlo y despojarlo. (Número 21:10-16, Isaías 53:12).
- Esto garantiza la toma de posesión de la tierra en heredad para tus hijos y tu descendencia, por causa de que tú has conquistado para Dios y has edificado para el Señor. Ejemplo: El Rey David y su hijo Salomón.

1.a.- Características de la guerra espiritual: (Números 21:14), escrito en el libro de las batallas de Jehová (Éxodo 15:1-18)
-Debemos entender que conquistaremos y heredaremos la tierra con la mano fuerte del Señor. Su espada y sus ejércitos están a nuestro favor, (Zacarías 4:6). ¡El todopoderoso está conmigo, no temeré! Perseguiré y destruiré al enemigo hasta acabarlo. En la guerra espiritual no podemos dejar contaminarnos por el síndrome de Saúl. (1ra.Samuel 15:1-35).
-Obediencia y sumisión son las claves para la conquista.

2- Sin contemplación hay que destruir a las tinieblas hasta el fin. (Números 21:30) “más devastamos el reino de ellos; pereció Hesbón hasta Dibón y destruimos hasta Nofa y Medeba. (Daniel 7:26-27, Números 24:20).
-Si no destruimos hasta el Fin no podemos conquistar, poseer y edificar.
- Como Iglesia apostólica y Profética, la cual es el cuerpo de Cristo y el reino de Dios manifestado, debemos culminar la labor que nos ha sido asignada por el Señor. El Apóstol Pablo dijo: “una cosa hago” (Filipenses 3:13), “olvidar”, “alcanzar”, “extenderse”, “hacia delante”.
-La palabra pretendo = pretender: “no me conformo con lo que he logrado”, “no está satisfecho el Señor con lo que he alcanzado”; el nivel de la meta propuesta del Señor es toda la tierra, todas las familias, todas las naciones, todas las riquezas en gloria. (Apocalipsis 5:11-14).

3.- Todo esto nos demanda:
- El ser más objetivo en la oración, esto me llevará a obtener mayores resultados en lo que espero y deseo. (Salmo 37:3-6).

- El ser más estratégico en la oración, esto me colocará en una posición de mayores logros y sueños alcanzables. (Proverbios 8:34).

- El ser mas vigilante; el velar por lo que se me ha dicho, por lo que el Señor nos ha dicho proféticamente, nos impulsará a coronar con éxito la palabra que el Señor nos ha hablado. (Mateo 26:41, Zacarías 6:15).

3- Debemos entender que conquista y expansión son características de un pueblo responsable que no tiene ideas humanistas, ni mentalidad cananita, sino que tienen creatividad de reino, mentalidad de Cristo: Estabilidad, madurez, gentes de pacto, gente de integridad, sin doblez de corazón, fieles, confiables.
Pueblo: Ejercito listo para la batalla, entrenado, entrenado en el ejercicio de las milicias
Laos: Multitud expansiva, gente que desarrolla la misión asignada y cumple hasta el final.

- Debemos entender, creer y aceptar que el compromiso adquirido bajo el manto de autoridad y de unción apostólica y profética es el que mantiene y mantendrá a este continente en alto, cumpliendo el nivel de exigencias que Dios demanda para la realización de la misión: expansión, tierra, gente, posesión y posición. (Daniel 7:14,18,22).

- Debemos aceptar que madurez, responsabilidad y compromiso suministrados por el Espíritu Santo a nuestra vidas traerá como resultado el cumplimiento de todo lo profético y la manifestación de toda la palabra apostólica revelada para establecer el reino de Dios en todas la naciones.

- Debemos recordar que toda la palabra profética es condicionada, así como es la prosperidad. (Deut. 28:1-2, Josué 1:1-9 (8), Job 22:22-28, Zac. 6:15, 3ra. Juan 2)

- Debemos entender que no habrá intercesión eficaz, prosperidad y cumplimiento de todo evento profético y apostólico sí Dios no nos posee por completo, por entero. (Proverbios 8:17-22,1ra. Tesalonicenses 5:23-24)

- La oración intercesora y genuina te hará descubrir el corazón de Dios y el deseo del Señor. (Jeremías 23:18)

- Todo lo que proviene del trono de Dios tiene cumplimiento (Filipenses 2:13)

- Toda oración encausada en el propósito eterno de Dios proviene del pensamiento de Dios, del deseo del Señor, es el sueño de él para la realización de tu vida. En las cámaras secretas del Señor, él te revelará su voluntad, sus pensamientos, sus propósitos y su corazón (Isaías 48:15-17)

- Debemos estar determinados para alcanzar los deseos del Señor y funcionar en aquello para lo que Dios nos ha llamado (Proverbios 11:23)

PASTORES DE LA FAMILIA DE LA COMUNION

PASTORES DE LA FAMILIA DE LA COMUNION

LA MARCA DE DIOS

A menudo muchos han errado del propósito y la esencia de la oración. La oración no es un tiempo cuando venimos para recibir algo de Dios. La oración es un encuentro con un Dios santo. Es entrar a su presencia – es entrar a una comunión y una relación con él. Es el medio por el cual lo venimos a conocer. De este conocimiento íntimo y personal de Dios brota la victoria del Señor Jesús a través de nosotros y hacia el mundo que nos rodea.
Moisés fue llevado a este conocimiento de Dios en el segundo período de su vida. Después del encuentro con Dios en el monte Horeb, ya nunca fue el mismo hombre. Ya nunca más volvió a llevar una vara común y corriente – se convertió en la vara de Dios. Sus acciones ya no fueron hechas en base del poder y la estrategia militar, sino en base del poder y la sabiduría de Dios. Su confianza ya no estaba en él pero en el Dios que había encontrado en el monte. La victoria y la liberación de la nación de Israel fueron el resultado directo de su encuentro con Dios.
Cada nueva generación necesita hombres y mujeres que oran. El recurso más poderoso de la iglesia es una vida transformada. No son los edificios hermosos los que atraen al mundo hacia Cristo, pero son los hombres y las mujeres que llevan en su interior la marca de Dios.
La oración es el instrumento ardiente de Dios que marca a los hombres. No vamos a impactar al mundo hasta que hayamos sido marcados por el Maestro. La marca de Dios en nuestro hombre interior nos dará la victoria en nuestras iglesias, comunidades, y naciones.
Tenemos que aprender que la victoria llega de rodillas.

SOLO EN SU PRESENCIA

SOLO EN SU PRESENCIA
Solo ahi hay penitud de gozo y delicias a Su diestra